Alarmante juventud sin hogar en Viena: ¡un tercio tiene menos de 30 años!

Alarmante juventud sin hogar en Viena: ¡un tercio tiene menos de 30 años!

Un tercio de todas las personas sin hogar en Viena tienen menos de 30 años. Esta preocupante cifra, que afecta a unos 5.000 jóvenes, pone de relieve un problema que no sólo existe desde ayer, sino que se ha agravado en los últimos años. Es especialmente alarmante la situación de jóvenes como Maximiliano, que a los 16 años tuvo que pasar varias noches en un albergue de emergencia. Sus últimas experiencias no son nada halagüeñas: tras conflictos con su madre, no ve futuro en su propia casa. En Viena, donde el coste de la vida se está disparando y el espacio habitable es cada vez más escaso, los jóvenes sin hogar se están convirtiendo en un desafío urgente para la sociedad, como advierte Cáritas. Esta organización pide soluciones a nivel nacional y estándares uniformes en el bienestar de niños y jóvenes para apoyar mejor a los jóvenes en riesgo. Viena ORF.

El refugio de emergencia de Caritas A_way en Ottakring ofrece alojamiento a corto plazo a jóvenes de entre 14 y 20 años. Se intenta proporcionar a los jóvenes afectados diez camas, comida caliente y apoyo de trabajadores sociales, pero eso es sólo una gota en el océano. Tom Adrian, director del centro, explica que registrar estadísticamente las personas sin hogar es particularmente complicado. Los diferentes métodos de recopilación en los estados federados y los problemas de protección de datos dificultan la recopilación de datos fundamentados que serían necesarios para medidas específicas.

Antecedentes de personas sin hogar

Las razones del creciente número de jóvenes sin hogar son diversas y a menudo trágicas. La violencia en el ámbito familiar, la falta de apoyo y las rupturas biográficas tempranas se consideran factores típicos. Klaus Schwertner, director de Cáritas Viena, explica que muchos jóvenes intentan mantener en secreto su falta de vivienda y pasan la noche en casa de amigos o conocidos. Los límites de edad son particularmente problemáticos: después de la escolarización obligatoria a los 15,5 años o cuando se alcanza la mayoría de edad, a menudo se produce una ruptura en las condiciones de vida anteriores. Un análisis de Cáritas muestra que el 76 por ciento de estos jóvenes han roto el contacto con su familia, circunstancia que empeora aún más las perspectivas de un hogar seguro.

La tragedia de esta situación también es visible en Maximiliano, quien, aunque terminó la escuela, continúa luchando con sus condiciones de vida. Se distancia de sus antiguos compañeros de colegio, a los que considera negativos, y considera poco realistas los grandes planes profesionales, como la carrera de sus sueños como cantero. Esto cierra el círculo: la presión y los desafíos se acumulan y, en última instancia, no benefician a nadie. Por lo tanto, Caritas no sólo pide ofertas de apoyo específicas para los jóvenes sin hogar, sino también un aumento de los recursos para soluciones, especialmente para los llamados jóvenes que abandonan la tutela, que a menudo se quedan sin apoyo a la edad de 18 años.

El camino hacia el futuro

Una preocupación importante sigue siendo la creación de viviendas asequibles y un ingreso mínimo basado en las necesidades. El derecho legal a recibir ayuda a largo plazo debería aplicarse hasta los 24 años para dar a los jóvenes una perspectiva real y protegerlos de la falta de vivienda. Schwertner enfatiza: "El apoyo temprano es el principio y el fin de todo". La responsabilidad social es clara: existe una necesidad urgente de actuar.