Pequeñas empresas en apuros en la calle Mariahilfer Straße: ¿Dónde están los clientes?

Transparenz: Redaktionell erstellt und geprüft.
Veröffentlicht am

La Mariahilfer Straße en Viena, en las afueras, sufre una caída en las ventas y una menor frecuencia de clientes tras las renovaciones.

Die äußere Mariahilfer Straße in Wien kämpft mit Umsatzrückgängen und sinkender Kundenfrequenz nach Umbauten.
La Mariahilfer Straße en Viena, en las afueras, sufre una caída en las ventas y una menor frecuencia de clientes tras las renovaciones.

Pequeñas empresas en apuros en la calle Mariahilfer Straße: ¿Dónde están los clientes?

La calle Mariahilfer Straße de Viena, conocida como la calle comercial más grande de Austria, ha tenido problemas últimamente. Las pequeñas tiendas, incluidas tiendas de telefonía móvil, supermercados, tiendas de moda nupcial y cafeterías, a menudo esperan en vano a los clientes. Muchos propietarios de comercios se quejan de las vacantes y de la disminución de las ventas. El señor Mirac, vendedor de zapatos, señala: "Una mañana sólo vendí un par de zapatos. Con eso no puedo cubrir los gastos de funcionamiento". Estas situaciones frustrantes en las que las empresas parecen “muertas” se han convertido en la orden del día para los operadores.

¿Pero cuál es el motivo de estos descensos? La remodelación de la calle Mariahilfer Straße en agosto de 2015 para convertirla en una zona de encuentro y peatones mayoritariamente libre de coches ha mejorado la situación del tráfico, pero las consecuencias para el comercio son más que preocupantes. Según Die Presse, muchos minoristas registran caídas en las ventas de hasta el 30 por ciento. La falta de incentivos para los clientes recorre las historias de todos los propietarios de empresas.

La forma de comprar: una nueva audiencia sin poder adquisitivo

Los clientes que permanecen en la zona parecen tener menos poder adquisitivo o entusiasmo. Marko, un transeúnte, dice que en realidad sólo está aquí para una reunión de trabajo y que las tiendas parecen “desiertas”. Otro periodista, el joyero Eser, habla de una enorme pérdida de ventas de 20.000 euros desde la renovación. El rediseño provocó una reducción de las plazas de aparcamiento, lo que afectó aún más al flujo de clientes. También se critica que la nueva solución de tráfico y el sistema de sentido único no son bien recibidos por todos los transeúntes.

Sin embargo, hay un punto positivo: mientras la mayoría de las tiendas tienen dificultades, una peluquería tiene regularmente largas colas de jóvenes parados frente a la puerta. Eser señala: “Los peluqueros siempre tienen demanda, aunque no todos compran oro”. Esto demuestra que incluso en esta difícil situación hay áreas que son bien recibidas.

El futuro de la Mariahilfer Straße

Hay grandes preocupaciones en la comunidad minorista. Se teme que si las ventas siguen bajando, muchos negocios podrían marcharse. Un ejemplo de ello es el fabricante de muebles Joka, que se ha trasladado a Stubenring. Además, el Centro Generali está siendo renovado y se espera que cadenas más grandes se instalen allí. Esto podría aumentar el atractivo de la zona, pero persiste el desafío de retener a numerosas pequeñas empresas.¿Seguirá existiendo la Mariahilfer Straße como dirección comercial?

Un estudio del Instituto Alemán de Estudios Urbanos (Difu) muestra que las medidas para calmar el tráfico no necesariamente perjudican al comercio minorista, como suelen afirmar los críticos. El concepto también podría tener potencial si se implementara correctamente. Un espacio público atractivo atrae a más peatones y ciclistas, lo que puede incrementar las ventas. Pero esto requiere un incentivo que anime a los clientes no sólo a pasear, sino también a comprar. La optimización del transporte público local y de rutas atractivas para ciclistas y peatones podría conducir a un cambio positivo, como señala [forschung und Wissen](https://www.forschung-und-wissen.de/nachrichten/oekonomie/einzelhandel-profitiert-von-verkehrsbe calmen-staedten-133710042).

Por lo tanto, la calle Mariahilfer Straße exterior se encuentra en un punto crítico. Los empresarios esperan que la situación mejore, para sus clientes, sus tiendas y todo el barrio.