Escándalo en Völkermarkt: ¡Cuando arrojaron huevos al gobernador Sima!
El 4 de octubre de 2025 se iluminará en el Museo Werner Berg la exposición sobre Hans Sima y la torre del cartel de la ciudad.

Escándalo en Völkermarkt: ¡Cuando arrojaron huevos al gobernador Sima!
El 4 de octubre de 2025 se recordará un acontecimiento memorable en la historia de Carintia que aún hoy resuena. El ex gobernador de Carintia, Hans Sima, fue atacado en 1972 con tomates y huevos en Völkermarkt. Un escenario triste: durante una visita, él y su esposa fueron objeto de un ataque despiadado. La gendarmería no parecía dispuesta a protegerlo, para deleite de algunos agentes del orden que sólo podían sonreír maliciosamente. Este incidente marcó un punto importante en la “tormenta de carteles de la ciudad”, que afectó significativamente la carrera política de Sima, como informa el pequeño periódico.
Los orígenes de la tormenta de carteles municipales se remontan al otoño de 1972, cuando se intensificó el conflicto por los carteles bilingües con los nombres de los lugares en Carintia. La etnia eslovena exigió la aplicación del artículo 7.3 del Tratado Estatal de Austria, que prevé la admisión del idioma esloveno como segunda lengua oficial. Los historiadores establecen paralelismos con la “Noche de Cristal” de 1938 y describen que el término “tormenta de carteles urbanos” fue acuñado casi exclusivamente por los medios de comunicación.
Una mirada retrospectiva a la carrera política de Hans Sima
Hans Sima siempre hizo campaña a favor de las relaciones públicas para introducir este tipo de carteles con los nombres de los lugares, lo que finalmente le costó el apoyo de su propio partido. Dimitió como gobernador en 1974, pero su compromiso no pasó desapercibido. En el año 2000 fundó una fundación privada para investigar la historia contemporánea de Carintia y promover la idea alpino-adriática. Actualmente se presenta en el Museo Werner Berg de Bleiburg la exposición “Hans Sima: una vida política”. Podrá visitarse hasta el 9 de noviembre y destaca no sólo la carrera política de Sima, sino también su relación con el artista Werner Berg.
La torre del cartel de la ciudad en detalle.
El asalto a los carteles de la ciudad comenzó con tensiones y campañas de desprestigio que se remontan a 1970. Fue sobre todo un gran número de acciones agresivas las que alcanzaron su clímax inicial en St. Kanzian los días 20 y 21 de septiembre de 1972, seguido de una gran tormenta el 9 de octubre, durante la cual 200 vehículos se dirigieron para desmantelar los carteles bilingües recién instalados. Un día después, la mañana del 10 de octubre, en Carintia ya no había carteles bilingües con los nombres de los lugares. Los enfrentamientos entre comunidades fueron intensos y los medios de comunicación informaron a menudo sobre un “plan secreto de Sima”, lo que no hizo más que agravar aún más la situación.
En respuesta a los disturbios, finalmente se lanzaron esfuerzos políticos para pacificar el conflicto. Los historiadores sostienen que esta fue la única vez que una ley no se implementó debido a la presión pública. Aún no está claro si hubo un organizador principal detrás de los disturbios, pero se identifica al Servicio Nacional de Carintia como un grupo involucrado en las acciones.
Una mirada más profunda a la actualidad muestra los desafíos que la etnia eslovena debe seguir superando. Valentin Inzko, presidente del Consejo de los eslovenos de Carintia, se mostró pesimista sobre la situación actual y criticó las promesas incumplidas a su grupo étnico. Manuel Jug, nuevo presidente de la asociación central, destacó la importancia de aprovechar el presente. Su compromiso demuestra que el tema de las señales toponímicas bilingües todavía no es un capítulo cerrado.
El pasado complejo y a menudo doloroso de Carintia es un tema que no sólo se analiza históricamente, sino que también está siempre presente en los debates actuales. Si bien la exposición en Bleiburg rinde homenaje al legado de Hans Sima, la cuestión de un futuro justo y respetuoso para los distintos grupos étnicos del país sigue siendo apasionante y necesaria.