Chase en Viena: ¡una fiebre de drogas detrás del manillar de una bicicleta!
En el distrito 15 de Viena, Rudolfsheim-Fünfhaus, un hombre de 36 años huyó de la policía bajo los efectos de las drogas y hirió a los agentes.

Chase en Viena: ¡una fiebre de drogas detrás del manillar de una bicicleta!
La noche del miércoles al jueves, poco después de las tres de la madrugada, se produjo una salvaje persecución en la calle Hütteldorfer Straße, en el distrito 15 de Viena, que acabó con la intervención de la policía. Los agentes detuvieron a un hombre austriaco de 36 años porque circulaba en bicicleta por la acera. En lugar de obedecer el pedido de la policía, el ciclista huyó e ignoró repetidamente las señales de alto. La persecución se extendió por varias calles y terminó con una detención violenta.
Cuando fue detenido, el ciclista se mostró extremadamente agresivo y atacó a los policías con puñetazos y patadas. Desafortunadamente, un policía no salió ileso y tuvo que ser tratado en el hospital por sus heridas. Un cierto nivel de ambición entre los ciclistas puede deberse en gran medida a la influencia de las drogas; Durante el arresto se incautaron pequeñas cantidades de cannabis y los agentes determinaron que estaba bajo la influencia de drogas.
Spray de pimienta contra la libertad de drogas
En otro incidente, también en Viena, se produjo una situación igualmente estresante con un ciclista de 32 años. Ignoró un semáforo en rojo y ignoró las solicitudes de los agentes de policía para que lo detuvieran. También intentó embestir a un oficial, lo que sólo pudo evitarse con un atrevido salto hacia un lado. Finalmente lo detuvieron en Lassallestrasse, donde se negó a identificarse y volvió a intentar escapar. Luego, la policía utilizó gas pimienta para calmar la situación. El ciclista fue detenido temporalmente y trasladado a la comisaría para ser examinado, donde se encontró que estaba fatigado y no estaba en condiciones de conducir.
No deben subestimarse las consecuencias jurídicas que pueden derivarse de tales incidentes. Cualquier persona que conduzca bajo los efectos de drogas ilegales comete una infracción administrativa y debe recibir multas de hasta 1.500 euros y posibles prohibiciones de conducir. En el caso de otras infracciones, como poner en peligro a otros usuarios de la vía o sufrir accidentes, la pena puede incluso acarrear una pena de prisión. La policía es capaz de detectar rápidamente el consumo de drogas, lo que puede tener consecuencias económicas desagradables para muchos de los afectados, que superan fácilmente los 2.000 euros.
La lucha contra las drogas en las carreteras sigue siendo una tarea importante para la policía, sobre todo teniendo en cuenta el peligro que supone este tipo de comportamiento. El caso de la Hütteldorfer Straße demuestra una vez más lo rápido que un simple control puede desembocar en una situación peligrosa.