La obra de toda la vida de Lidia-Dinah Marin-Surkes: una despedida llena de recuerdos
Lidia-Dinah Marin-Surkes, psicóloga de raíces judías, está enterrada en el cementerio judío de Viena-Simmering.

La obra de toda la vida de Lidia-Dinah Marin-Surkes: una despedida llena de recuerdos
El 25 de junio de 2025, los vieneses dirán adiós a una personalidad destacada en psicoterapia: Lidia-Dinah Marin-Surkes. Nacida en 1946 en una antigua familia judía austríaca y de habla húngara-rumana-alemana, la psicóloga y psicoterapeuta no sólo deja un rico legado en la comunidad terapéutica, sino también innumerables recuerdos preciados entre sus amigos y pacientes. Su compromiso y humor la convirtieron en una figura importante en el tejido social de Viena.
Muchos conocían a Lidia-Dinah no sólo como terapeuta, sino también como una especie de segunda hermana, madre o abuela. Esta calidez familiar y su interacción directa, a menudo provocativa, dan testimonio de un personaje notable que siempre se esforzó por inspirar a las personas y abrir nuevas perspectivas. En su funeral en el cementerio judío de Viena-Simmering, un rabino pronunció palabras conmovedoras sobre su vida y su influencia en los demás. La tradición pedía que los dolientes colocaran piedras en el montículo de tierra después de compartir sus recuerdos, un acto simbólico que forma parte del ritual de duelo judío.
Un legado vivo
Lidia-Dinah no sólo era una psicoterapeuta comprometida, sino también una pensadora crítica que a menudo cuestionaba lo que había en su propio pasado. Su época como estudiante de Erwin Ringel moldeó su enfoque de la psicoterapia, que siempre tuvo como objetivo apoyar a los clientes con desafíos emocionales, conductuales y mentales. Los psicoterapeutas como ella hacen una importante contribución: desde la intervención en crisis, pasando por la terapia individual y de grupo, hasta las medidas preventivas que promueven el bienestar psicológico.
En su antiguo apartamento, decorado con obras de arte, Lidia-Dinah a menudo echaba una mirada analítica a las cosas interpersonales. Ayudaba a las personas a resolver conflictos y fortalecer relaciones y, a menudo, podía romper el hielo con su humor. Se hace referencia a su amplia red de amigos como parte de la “otra Austria”, y muchos encontraron consuelo en su compañía.
El pensamiento judío en psicoterapia
La pérdida de Lidia-Dinah Marin-Surkes deja un vacío en la comunidad de psicoterapia. Sin embargo, su legado sigue vivo en todos aquellos que pudieron beneficiarse de sus conocimientos, consejos y especial sentido del humor. Las muchas luchas y éxitos que compartió con sus pacientes probablemente nunca serán olvidadas.
Durante este momento difícil, el pensamiento de la comunidad está con sus familiares, amigos y pacientes, quienes recordarán su influencia y sabiduría.