Una placa conmemorativa para Anna Sinawastin: ¡Floridsdorf rinde homenaje a su benefactora!

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Descubra la historia de Anna Sinawastin, una benefactora de Floridsdorf, y el honor de Sinawastingasse.

Entdecken Sie die Geschichte von Anna Sinawastin, einer Wohltäterin in Floridsdorf, und die Ehrung durch die Sinawastingasse.
Descubra la historia de Anna Sinawastin, una benefactora de Floridsdorf, y el honor de Sinawastingasse.

Una placa conmemorativa para Anna Sinawastin: ¡Floridsdorf rinde homenaje a su benefactora!

En una pequeña pero hermosa callejuela del distrito de Floridsdorf se encuentra ahora un panel informativo que recuerda la vida de la notable Anna Sinawastin. Esta sirvienta y benefactora, que vivió entre 1825 y 1891, es a menudo considerada una pionera del bienestar social en su comunidad. Su patrimonio de 3.950 florines, que dejó a criadas pobres, representa una importante contribución a la ayuda a los pobres en Floridsdorf. La placa recién colocada marca el inicio de la Sinawastingasse, que en 1901 recibió su nombre, algo poco común en una época en la que, como informa el Kurier, sólo los hombres recibían tales honores.

Afortunadamente, Anna Sinawastin no sólo ha desaparecido de la memoria de los habitantes de Floridsdorf. Su nombre sigue vivo, tanto en el callejón como en los corazones de las personas que se beneficiaron de su caridad. Trabajó durante más de 30 años para la familia de comerciantes Schwaiger, a la que también está dedicada una callejuela. La decisión de crear la junta se remonta a una resolución de 1927, pero la solicitud de implementación no se presentó al consejo regional hasta hace dos años. Hannes Neumayer, que informó sobre Sinawastin, ve en la nueva junta directiva una oportunidad para reactivar el Fondo Anna Sinawastin, creado para ayudar a los pobres en Floridsdorf.

Una mirada a la historia

La propia Sinawastingasse, que sirve como principal ruta ciclista y conduce al Danubio a través del Steinitzsteg, recibió oficialmente su nombre el 9 de mayo de 1900. Se cree que Anna Sinawastin nació entre 1825 y 1832, aunque faltan datos precisos sobre su fecha de nacimiento. Su historia de vida muestra cómo las mujeres y los trabajadores apenas recibían honores en forma de nombres de calles durante esta época. En Viena, de un total de 4.466 calles con nombres de personas, sólo 509 son mujeres, lo que ilustra el gran desequilibrio en la denominación de las calles.

Antes de su muerte en 1891, Anna Sinawastin padecía neumonía y murió en Floridsdorf a la edad de 64 años. Su Fundación para Siervos Ancianos Empobrecidos fue, después de su muerte, la segunda fundación privada más grande de su tipo en la zona. Una entrada en el registro de defunciones registra su muerte y los esfuerzos de la comunidad para cubrir los costos de su entierro, una señal de respeto que se le ha dado póstumamente.

Un legado de caridad

La fundación que Anna dejó creció en los años posteriores a su muerte hasta alcanzar un valor patrimonial de 7.334 coronas, lo que hoy equivale a unos 54.000 euros. Esta suma demuestra su gran compromiso con las ayudantes del hogar necesitadas de Floridsdorf, que siguen beneficiándose de su herencia hasta el día de hoy.

La placa conmemorativa en Sinawastingasse no es sólo un signo de agradecimiento a Anna Sinawastin, sino también un recordatorio de que la responsabilidad social y la ayuda comunitaria nunca pasan de moda. Su historia es un ejemplo inspirador para todos aquellos que quieran cuidar de los más débiles de nuestra sociedad. El Kurier y el DFZ informan que ha llegado el momento de honrar su memoria y contribuir activamente a apoyar a los pobres de Floridsdorf.