El hormigón contra el calor: ¡así lucha Viena contra las olas de calor urbanas!

El hormigón contra el calor: ¡así lucha Viena contra las olas de calor urbanas!

A medida que aumentan las temperaturas, el concepto del “principio de la ciudad esponja” adquiere cada vez más importancia. Cada vez más ciudades, incluida Austria, se enfrentan al desafío de hacer frente al calor extremo y a las olas de calor. Especialmente Viena, donde ya ha aumentado el número de días calurosos, es una de las zonas urbanas que tiene que afrontar intensamente las consecuencias del cambio climático. El uso de hormigón puede desempeñar un papel crucial, ya que ayuda a mitigar las islas de calor urbanas y favorece así un uso agradable en el exterior, informa meinbezirk.at.

A lo largo de los años, los altos volúmenes de tráfico y los materiales de construcción que absorben el calor han provocado que muchas áreas urbanas experimenten temperaturas que alteran gravemente la calidad de vida de los residentes. Estas islas de calor urbanas no sólo provocan problemas de salud, sino que también reducen el placer de estar al aire libre.

Respuesta a los desafíos climáticos

Con la Estrategia Alemana de Adaptación al Cambio Climático (DAS), el gobierno federal ha creado un enfoque integral para enfrentar los desafíos del cambio climático. Esta estrategia no sólo es políticamente relevante, sino también una importante hoja de ruta para la adaptación intersectorial, como puede leerse en Umweltbundesamt.de. Los últimos informes de progreso complementan las medidas existentes y muestran cuán diversos son los impactos climáticos a los que nos enfrentamos. Cada cuatro años se publicará un informe de seguimiento que documente los avances, el más reciente en 2023.

Un componente central de estas estrategias es la integración de medidas de adaptación climática en la planificación urbana. El objetivo es crear una infraestructura resiliente que esté preparada para impactos como inundaciones y calor extremo.

Metas mensurables para el futuro

La Estrategia Alemana de Adaptación al Clima 2024, aprobada por el Gabinete Federal el 11 de diciembre de 2024, formula por primera vez objetivos claros y mensurables para la adaptación a los impactos climáticos. En total se definieron 33 objetivos y 45 subobjetivos que deben alcanzarse hasta 2030 y algunos hasta 2050. El objetivo incluye, entre otras cosas, mejorar la resiliencia de los suelos y mantener los recursos hídricos disponibles de buena calidad, lo que se considera especialmente importante para el desarrollo urbano y rural, informa el Ministerio Federal de Medio Ambiente.

Un ejemplo de objetivo es fortalecer la resiliencia del equilibrio hídrico del paisaje, lo que requiere áreas no selladas y suelos sanos y sueltos. Ciudades como Viena tienen la oportunidad de actuar activamente en estos ámbitos y adaptarse a los cambios climáticos.

El tema urgente del principio de la ciudad esponja nos enfrenta a los desafíos que trae consigo el cambio climático. Se requieren enfoques y estrategias creativos para garantizar un entorno habitable a largo plazo para las generaciones futuras. Con las medidas adecuadas no sólo se puede contrarrestar el calor urbano, sino que también se puede promover la conexión entre la naturaleza y la vida urbana.