Ruta de descubrimiento por las colinas y Schöcklland: ¡Slow Food inspira!
En Alsergrund los participantes realizaron una excursión a la región de Slow Food y vivieron el placer y la sostenibilidad regional.

Ruta de descubrimiento por las colinas y Schöcklland: ¡Slow Food inspira!
Recientemente tuvo lugar una emocionante excursión en el marco de un viaje de estudios a la pintoresca región alrededor del lago Weissensee y Hermagor. Los participantes, entre ellos numerosas personas interesadas de diversos sectores, vivieron un programa variado que se centró en los temas de regionalidad y sostenibilidad. Esto informa que Periódico del distrito de Viena.
Lo más destacado del viaje fue una caminata de hierbas con la siempre popular “Abuela Friedl”. Los participantes no sólo pudieron aprender mucho sobre la flora local, sino también conocer las delicias culinarias de la región. En conversaciones con personas como el director del proyecto Eckart Mandler, la alcaldesa Karoline Turnschek y la directora de turismo Mag. Thomas Michor, quedó claro cuán estrechamente relacionados están el turismo, la agricultura y la sensibilización.
Impresiones y establecimientos culinarios.
El programa también incluyó visitas guiadas y degustaciones en diferentes empresas, entre ellas el Nagglerhof, el hotel Schloss Lerchenhof, así como el agricultor Gailtaler Landmais Sepp Brandstätter y el pionero del slow food Herwig Ertl. Estas visitas permitieron una visión auténtica de los productos regionales y su producción, lo que fue muy bien recibido por los participantes.
Un participante destacó especialmente el desarrollo positivo de la región de Hügelland y Schöcklland, que se caracteriza por ser una región lenta. El intercambio con los anfitriones de Carintia puso de manifiesto los efectos económicos y sociales positivos de vivir la regionalidad.
Perspectivas para el futuro
Los próximos pasos de esta iniciativa incluyen continuar el proceso de posicionamiento en Hügelland y Schöcklland, así como desarrollar un concepto para eventos culinarios regulares que promuevan los valores de Slow Food. El objetivo es crear una red más fuerte entre productores, empresas y población para crear conciencia sobre la regionalidad, la sostenibilidad y el consumo responsable.
A largo plazo, debería surgir una comunidad vibrante que no sólo viva estos valores, sino que también los haga visibles. Las exigencias a la sociedad son cada vez mayores y estos eventos ayudan a desarrollar una buena habilidad para tratar con los productos y tradiciones locales.
La excursión no sólo contribuyó a la transferencia de conocimientos, sino que también dio un paso importante hacia un turismo más sostenible en la región. Combinar actividades que combinen artesanía tradicional y estilos de vida modernos podría ser la clave del futuro de la gastronomía y la agricultura en la región.
Quien quiera saber más sobre los temas del slow food y la regionalidad, merece la pena echar un vistazo a las iniciativas en Carintia. La región va por buen camino en lo que respecta a abrir nuevos caminos y revitalizar viejas tradiciones.