Planta principal de tratamiento de aguas residuales en ebullición: ¡45 años de protección del medio ambiente e innovación!
La principal planta de tratamiento de aguas residuales de Simmering celebra 45 años de protección del medio ambiente y tratamiento moderno de aguas residuales. Una mirada retrospectiva a sus éxitos.

Planta principal de tratamiento de aguas residuales en ebullición: ¡45 años de protección del medio ambiente e innovación!
La principal planta de tratamiento de aguas residuales de Simmering tiene motivos de celebración: el 30 de junio de 2025 se celebró su 45.º aniversario y la ciudad de Viena puede recordar 45 años de servicio al medio ambiente y al tratamiento de aguas residuales. Esta importante instalación fue inaugurada por el entonces alcalde de Viena, Leopold Gratz, y lleva el título de mayor proyecto de protección medioambiental de la Segunda República de Austria. Aquí se tratan una media de más de 200 millones de metros cúbicos de aguas residuales cada año, una cantidad impresionante que pone de relieve el compromiso de la ciudad con la sostenibilidad.
Con una superficie de aproximadamente 47 hectáreas, más grande que el Vaticano, la planta de tratamiento de aguas residuales ha purificado la increíble cantidad de 8,7 billones de litros de aguas residuales desde que comenzó a funcionar. ¡Esto corresponde a más del doble del volumen del lago Attersee! Durante los últimos 45 años, la ciudad de Viena ha invertido alrededor de 750 millones de euros en ampliar y reconvertir las instalaciones, lo que demuestra que no se trata sólo de un proyecto, sino de un compromiso continuo con el medio ambiente del futuro.
Planta de energía ecológica y tecnología moderna.
La principal planta de tratamiento de aguas residuales no sólo se dedica a la depuración de aguas residuales, sino que también destaca por sus tecnologías innovadoras. A partir de gases residuales produce más energía de la que consume, por lo que también se la conoce como “central eléctrica ecológica”. La instalación también proporciona datos de salud a través del monitoreo de aguas residuales, que se introdujo en 2020 durante la pandemia de Covid-19. Estos desarrollos modernos son esenciales para la salud y la protección del medio ambiente en la ciudad.
En los últimos años se han producido varias ampliaciones importantes: en 2023 se puso en funcionamiento un gran sistema de bomba de calor que permitió a la planta de tratamiento de aguas residuales generar calefacción urbana para más de 100.000 hogares. Además, el alcalde Michael Ludwig estuvo presente en la introducción de la generación de energía renovable en 2020, mientras que su predecesor, el alcalde Michael Häuptl, acompañó la puesta en funcionamiento de una etapa ampliada de purificación biológica en 2005.
Nuevo orden para una mayor eficiencia
Para seguir aumentando la eficiencia, la ciudad de Viena adjudicó recientemente un importante contrato a PROBIG. En colaboración con Ginzler/Amstetten se suministran rascadores transportadores para el sistema. El objetivo es garantizar que la planta de tratamiento de aguas residuales siga siendo moderna. El volumen de pedido de PROBIG ronda los 1,8 millones de euros y tiene como objetivo introducir rascadores de cadena modernos fabricados con plásticos de alta calidad, probados y certificados por TÜV. Se trata de un paso más hacia la autosuficiencia energética, que se había fijado como objetivo para 2020 y que ahora se centra en la implementación de alta tecnología.
En resumen, el importante aniversario de la depuradora de aguas residuales de Simmering no sólo muestra los éxitos de los últimos 45 años, sino que también mira hacia un futuro prometedor. Con una inversión continua y un claro enfoque en tecnologías sostenibles, la instalación sigue siendo un ejemplo de compromiso ecológico y soluciones innovadoras para servir al público.