Viena en el caos de los ciclomotores eléctricos: ¿Los repartidores de comida corren peligro de perder sus puestos de trabajo?
Viena está planeando nuevas leyes para los ciclomotores eléctricos que afectan a los repartidores de alimentos. Los cambios en el registro y el uso impactan el tráfico de la ciudad.

Viena en el caos de los ciclomotores eléctricos: ¿Los repartidores de comida corren peligro de perder sus puestos de trabajo?
La política de transportes está en ebullición en Viena. La ciudad está planeando una nueva regulación radical para los ciclomotores eléctricos, que antes se consideraban bicicletas y son utilizados principalmente por repartidores de comida. Alto mariposa Estos ciclomotores eléctricos, a los que oficialmente no se les permite circular a más de 25 km/h, pronto tendrán que ser tratados como vehículos de motor clásicos. Esto trae consigo algunos cambios profundos y está causando seria preocupación en la industria.
Los expertos en tráfico de la ciudad han observado que la mayoría de los conductores de ciclomotores eléctricos en Viena son repartidores de comida que no sólo circulan por carriles bici, sino también por aceras y pasos de cebra. Este desarrollo ha llevado a la ciudad a reaccionar y querer cambiar las normas de tráfico para regular el uso cada vez mayor de ciclomotores eléctricos. El plan prevé que en el futuro estos vehículos requerirán matriculación, seguro y permiso de ciclomotor y ya no podrán circular por los carriles bici. Esto podría tener un impacto importante en la forma en que trabajan y en sus medios de vida muchos repartidores, quienes a menudo están bajo mucha presión de tiempo porque su salario se basa en el pago por pieza.
Reglas y consecuencias
Las nuevas regulaciones también introducirán la obligación de usar casco, lo que también podría cambiar la vida cotidiana de los repartidores de alimentos. Sin embargo, el sindicato vida advierte de que muchos de estos corredores trabajan como autónomos y por tanto tienen poca seguridad social. Markus Petritsch, de vida, ha expresado su preocupación de que los costes de matriculación y seguro puedan superar el valor de los propios ciclomotores eléctricos, lo que supone un grave riesgo financiero para muchos.
El sindicato exige que los operadores de plataformas cubran los costes del cambio y paguen la formación y los nuevos equipos. "Necesitamos crear reglas claras para que las plataformas garanticen la seguridad social y una remuneración justa", enfatiza Petritsch. Estas demandas también incluyen la introducción de una cualificación comercial básica para la pequeña industria del transporte y la mensajería, así como la implementación de la Directiva sobre el trabajo en plataformas de la UE en la legislación nacional con el fin de mejorar las condiciones laborales de los repartidores.
¿Cuál es el problema?
El cambio previsto en la ley tiene como objetivo aumentar la seguridad en los carriles bici y crear normas claras para el uso de ciclomotores eléctricos. Pero los críticos advierten que este plan podría afectar especialmente a los repartidores independientes. Después de todo, muchos de ellos manejan ellos mismos los ciclomotores eléctricos, y las cargas financieras tienden a derribarles pronto la alfombra.
Las señales apuntan a una tormenta para los repartidores de comida en Viena, que ahora tienen que prepararse para un futuro incierto. Alto 5 minutos No podría tratarse sólo de la pérdida de puestos de trabajo, sino también de un cambio fundamental en las condiciones laborales en un campo profesional que ya es altamente competitivo.
La ciudad tendrá que pensar mucho en arrojar luz sobre el tema y equilibrar las necesidades de los ciudadanos, los servicios de entrega y la seguridad del tráfico. Queda por ver cómo se puede resolver esta tensión y si las nuevas reglas realmente ayudarán a mejorar la situación o si conducirán a una mayor incertidumbre.