El nuevo reloj atómico de Austria: ¡Le espera una revolución en la cronometraje!

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El primer reloj atómico óptico comercial en Viena-Ottakring revoluciona la medición del tiempo y permite resultados de investigación más precisos.

Die erste kommerzielle optische Atomuhr in Wien-Ottakring revolutioniert die Zeitmessung und ermöglicht präzisere Forschungsergebnisse.
El primer reloj atómico óptico comercial en Viena-Ottakring revoluciona la medición del tiempo y permite resultados de investigación más precisos.

El nuevo reloj atómico de Austria: ¡Le espera una revolución en la cronometraje!

La última novedad tecnológica ha llegado a Viena-Ottakring: el reloj más meticuloso de Austria. Este impresionante reloj atómico óptico, alojado en un discreto armario para servidores de 19 pulgadas, pronto podría convertirse en el reloj más importante del país. La Oficina Federal de Metrología y Topografía (BEV) es el lugar donde se instaló este innovador reloj. No sólo aporta precisión, sino también un poco de encanto vienés al mundo de la medición del tiempo.

El reloj fue desarrollado por un equipo dirigido por el premio Nobel de física Theodor W. Hänsch e investigadores de la Universidad Ludwig Maximilians y la Universidad Técnica de Munich. Según el líder del proyecto, Thorsten Schumm, de la Universidad Técnica de Viena, se trata del primer reloj atómico óptico comercial que puede utilizarse no sólo en la investigación, sino también fuera del mundo académico.

La precisión del reloj atómico óptico.

¿Qué hace que este reloj atómico sea tan especial? La respuesta está en la tecnología: se basa en iones de iterbio y funciona a frecuencias muy superiores a las que pueden ofrecer los relojes atómicos de cesio convencionales. Mientras que los relojes de cesio clásicos se basan en transiciones de energía física cuántica de los átomos de cesio, el nuevo reloj aporta una mejora mensurable en la precisión. Las frecuencias de medición oscilan entre cien y mil terahercios, lo que promete un aumento significativo en la medición precisa del tiempo.

Los costes de adquisición de esta innovación tecnológica ascienden a unos tres millones de euros, financiados por el programa de infraestructuras “Quantum Austria”. Las señales del innovador reloj se transmitirán a través de cables de fibra óptica a varios centros de investigación en Austria y su uso podría tener implicaciones de gran alcance en áreas como las comunicaciones y la computación cuánticas.

Un nuevo punto de referencia para el cronometraje

Pero eso no es todo. Este nuevo reloj atómico óptico podría acelerar el impulso para redefinir el segundo, ya que el actual estándar de cesio parece cada vez más obsoleto. Esto también incluye interesantes posibilidades de aplicación, como la medición de las diferencias más pequeñas de altura, así como cambios de masa y gravedad. Un gran número de relojes atómicos de todo el mundo transmiten sus datos a la Oficina Internacional de Pesas y Medidas (BIPM), que luego publica el Tiempo Atómico Internacional (TAI).

  • Die erste Atomuhr wurde 1949 im National Bureau of Standards in den USA entwickelt.
  • Im Jahr 1967 wurde die Dauer einer Sekunde international definiert.
  • Die optischen Uhren, wie die jetzt in Wien installierte, haben das Potenzial, als neue Zeitnormen zu fungieren.

Lo que nos deparará el futuro sólo se puede adivinar. A medida que los investigadores continúan desarrollando nuevas tecnologías, como los primeros avances en la manipulación de núcleos atómicos utilizando láseres, el desarrollo de relojes aún más precisos que los actuales puede no estar lejos. La “transición del torio” recientemente descubierta muestra que la combinación de la física cuántica y nuclear podría abrir nuevas formas de medir el tiempo y, a largo plazo, incluso podría ayudar a resolver cuestiones fundamentales de la física.

Estos avances no son sólo un logro técnico, sino también un paso apasionante hacia el futuro de la investigación. La ciudad de Viena se está posicionando no sólo como un lugar para tecnologías innovadoras, sino también como un escenario para la próxima revolución en la medición del tiempo.