Café Leo: nuevo lugar de encuentro en Viena: ¡la tradición se encuentra con un soplo de aire fresco!
En el Leopoldistüberl de Viena, Stefan Gredler abre el Café Leo, un nuevo lugar de encuentro para el barrio con una oferta de desayunos y bares de alta calidad.

Café Leo: nuevo lugar de encuentro en Viena: ¡la tradición se encuentra con un soplo de aire fresco!
Se reinterpreta una parte de la historia del Beisl vienés: el Leopoldistüberl, regentado durante más de 30 años por Patrizia y Ernst y que atrajo a numerosas personalidades como el proxeneta Wilde Wanda y Marco Fitzthum del grupo Wanda, florece con un nuevo nombre. Stefan Gredler, un fabricante de muebles de 30 años, se hizo cargo del tradicional restaurante de la calle Leopoldsgasse 22 y lo inauguró comoCafé Leo.
Gredler llegó al restaurante por casualidad cuando buscaba un espacio de almacenamiento para su taller. Como parte del contrato de alquiler, recibió el pub histórico y no dudó en hacer realidad su visión. A pesar de su falta de experiencia en el sector de la restauración, encontró un socio silencioso en Laurin Mellem, copropietario del popular bar "Gehsteig". Juntos, transformaron la cafetería mediante amplias renovaciones en sólo tres meses.
Un soplo de aire fresco en el interior
La reforma integral trajo un soplo de aire fresco a las habitaciones: se quitaron los paneles de madera oscura y la barra de los años 50, se derribó el falso techo y se rediseñaron las antiguas letras luminosas para reflejar el nuevo nombre. El resultado se refleja en ventanas altas, un suelo de madera claro y una exitosa combinación de artículos hechos a mano y hallazgos elegantes.
Un nuevo bar con jardín permite a los huéspedes disfrutar del Café Leo al aire libre. Estos rediseños muestran que Gredler no es un restaurador profesional, pero tiene una buena sensación para crear una atmósfera acogedora y seguir permitiendo que el vecindario disfrute del nuevo espacio.
Menú diverso
Entre la oferta culinaria de Café Leo destaca un interesante desayuno sin carne, disponible desde 7,90 euros, y elaborado con productos ecológicos de gran calidad. El café procede de la reconocida empresa tostadora italiana “Caffè Cavaliere”. Más tarde, el café se transforma en un bar con una selección de tragos largos, tostadas, tofu vienés y una deliciosa focaccia.
“Abrí la cafetería sin un gran concepto”, afirma Gredler, satisfecho con la respuesta positiva del barrio. La combinación de estilo probado y acentos modernos parece funcionar: el Café Leo se ha consolidado como un destino popular y ya le está yendo bien.
Puede que el Leopoldistüberl sea cosa del pasado, pero el nuevo Café Leo demuestra que en Viena siempre hay lugar para nuevas ideas. Ya sea mientras desayunamos tranquilamente o tomamos una copa por la noche, aquí la vecindad es muy importante.