Viena bajo estrés térmico: ¡los investigadores advierten sobre islas de calor urbanas!

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Viena lucha contra las olas de calor: los estudios muestran medidas para reducir las temperaturas y los desafíos de las islas de calor urbanas.

Wien kämpft gegen Hitzewellen: Studien zeigen Maßnahmen zur Temperaturreduktion und Herausforderungen urbaner Wärmeinseln.
Viena lucha contra las olas de calor: los estudios muestran medidas para reducir las temperaturas y los desafíos de las islas de calor urbanas.

Viena bajo estrés térmico: ¡los investigadores advierten sobre islas de calor urbanas!

¿Qué calor hace en tus ciudades locales? Una pregunta que cobra más relevancia que nunca en tiempos de olas de calor extremas. Según la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida (Boku), Viena se ve especialmente afectada porque la ciudad es uno de los puntos más calurosos. MeinBezirk informa que en Viena ya no son infrecuentes las olas de calor con temperaturas superiores a los 35 grados. Las islas de calor urbanas, que consisten en un desarrollo denso, áreas selladas y ausencia de vegetación, hacen que la ciudad sea particularmente vulnerable al calor.

No son sólo las temperaturas diurnas las que son preocupantes; El enfriamiento nocturno está muy limitado en las zonas urbanas. Si bien los días de verano son cada vez más calurosos, las temperaturas nocturnas siguen siendo altas, lo que aumenta aún más el estrés de los residentes. Un proyecto de investigación interdisciplinario dirigido por Philipp Weihs en Boku estudia intensamente los efectos de olas de calor más prolongadas y posibles medidas de enfriamiento.

Investigación y soluciones

En el marco del proyecto “Imp-DroP” se están investigando varias medidas para reducir las temperaturas. Esto incluye el enfriamiento por evaporación, que se logrará mediante el riego específico de tejados verdes, parques y zonas agrícolas. Especialmente en Marchfeld, el riego selectivo muestra que la temperatura se puede reducir localmente hasta 3 grados, mientras que en el área urbana el efecto sigue siendo manejable en aproximadamente 0,2 grados.

Es necesario un enfoque integral porque incluso con medidas máximas, el efecto de enfriamiento no es suficiente para compensar el calentamiento esperado. Como señala DW, la ecologización y el riego por sí solos no resuelven los problemas del cambio climático. Se requiere una combinación de agricultura resistente al calor, conceptos de riego sostenible y la expansión de la energía solar para lograr un enfriamiento a largo plazo en las ciudades.

Islas de calor y sus consecuencias

Las islas de calor urbanas no son sólo un problema en Viena, sino que ahora afectan a más del 50% de la población mundial, con una previsión de casi el 70% para 2050. Estas islas de calor pueden aumentar las temperaturas en las ciudades entre 10 y 15 grados centígrados, lo que tiene un impacto negativo en la salud de los residentes de las ciudades. [UML]. Las ciudades del interior, en particular, se ven más afectadas que las costeras.

Los desafíos en las ciudades son complejos y se necesitan soluciones innovadoras. En países como Japón, las cosas han ido un paso más allá: se rocía agua sobre las aceras para bajar la temperatura ambiente. Ciudades como Phoenix y Tokio han utilizado materiales que reflejan la luz para reducir el efecto de isla de calor.

Viena en foco

El concepto de tejados verdes y el uso de energía fotovoltaica en estas zonas también podrían adquirir mayor importancia en Viena. Según el equipo de investigación de Boku, el enfriamiento urbano debido a tales medidas podría alcanzar hasta 1,5 grados. Sin embargo, se necesitarían enormes cantidades de agua para enfriar todos los espacios verdes durante olas de calor extremas. Actualmente, las tuberías de manantial de Viena sólo pueden suministrar 375.000 metros cúbicos de agua, cuando en teoría se necesitarían 630.000 metros cúbicos.

Estos datos lo dejan claro: la administración de la ciudad y los ciudadanos se enfrentan a grandes desafíos. El cambio climático ya no es un problema lejano, sino que ya influye en la vida cotidiana de Viena. Esto hace que sea aún más importante trabajar juntos en soluciones y desarrollar enfoques innovadores para una ciudad resiliente al calor.