La tradición se une a la artesanía: ¡marcos hechos por maestros de la industria!

La tradición se une a la artesanía: ¡marcos hechos por maestros de la industria!

En el acelerado mundo actual, la buena artesanía sigue siendo muy importante. Esto también se refleja en la larga historia de una pequeña y tradicional empresa vienesa fundada en 1851 por un bisabuelo. A pocos minutos de su actual ubicación en la Sieveringer Straße, el autor de la empresa, que trabaja allí desde hace 41 años, ha creado una base sólida para su oficio. Cuando tenía 15 años y comenzó su aprendizaje, se hizo cargo del negocio en la Billrothstrasse. Hoy en día, la pasión y la dedicación son algo más que ofrecer productos.

La oferta incluye una variedad de servicios de alta calidad: desde marcos para cuadros hasta espejos y pequeños acristalamientos. La reparación de ventanas y puertas de cristal también formaban parte de la oferta anterior, aunque estas últimas ya no se realizan a gran escala. Si antes la empresa era una gran empresa con su propia fábrica de vidrio, hoy es una pequeña empresa con un solo empleado a tiempo parcial.

La tradición se une a la innovación

Las raíces de la artesanía no sólo se encuentran en este salón de Viena. Esos también vidriero lassan, fundada como empresa familiar en 1775, ha ido ampliando su gama a lo largo de las décadas. Con una clara orientación a las necesidades del cliente, la cristalería ofrece soluciones modernas, como revestimientos de pared para cocinas o mamparas de ducha individuales, que no pueden faltar en los baños. Desde los años 90, el director general Uwe Lassan y su equipo también se centran en la especialización, la renovación ecológica y los acristalamientos de seguridad.

En cuanto a la popularidad de los marcos para cuadros, eso también influye. empresa boesner un gran papel. Ofrece marcos de alta calidad que se pueden encontrar no sólo en estudios y galerías de artistas, sino también en museos. Con una amplia gama de marcos prefabricados y diseños individuales, boesner pretende presentar correctamente las obras de arte de sus clientes. La selección abarca desde paspartú hasta otros accesorios, por lo que la expresión creativa no tiene límites.

Artesanía con corazón

El autor de la empresa local está firmemente convencido de que todavía hay suficientes personas que reconocen el significado y el valor de la artesanía tradicional. “No se trata sólo de vender bienes materiales, sino de transportar valores e historias”, subraya. Este compromiso y conexión personal con los clientes hacen que la empresa destaque entre la multitud y le asegura un lugar en el corazón de los vieneses.

Por lo tanto, cabe esperar que la próxima generación continúe con el hilo y que el oficio siga siendo muy popular. Porque al final son las pequeñas y elegantes empresas las que dan forma a la cara y al carácter de una ciudad como Viena.