Tradición y disfrute: ¡La Gelbmann Wirtshaus celebra la hospitalidad local!

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En Ottakring, Alexander dirige la posada Gelbmann, donde se concentran los empleados de larga data y los huéspedes habituales.

In Ottakring führt Alexander das Wirtshaus Gelbmann, wo langjährige Mitarbeiter und Stammgäste im Fokus stehen.
En Ottakring, Alexander dirige la posada Gelbmann, donde se concentran los empleados de larga data y los huéspedes habituales.

Tradición y disfrute: ¡La Gelbmann Wirtshaus celebra la hospitalidad local!

En el corazón de Ottakring, donde la comodidad y la tradición de la taberna vienesa siguen siendo muy populares, Alexander Gelbmann ha cumplido el sueño de toda su vida al hacerse cargo de la taberna Gelbmann. Nacido en 1974, pasó de la publicidad al sector de la hostelería y dio nueva vida al negocio familiar fundado por sus padres. "Es importante continuar la tradición y al mismo tiempo traer un soplo de aire fresco", dijo Alexander en una entrevista.

Su equipo trabaja desde hace mucho tiempo: Edi, el camarero, que está en la casa desde 1992, y Günther, el hermano de Edi, que desde 1994 deleita a los huéspedes con sus creativos platos diarios en las mesas, garantizan un ambiente familiar. El chef Bernd también es un veterano: forma parte del equipo de Gelbmann desde 1993. Esta coherencia en el personal es un verdadero golpe de suerte, porque los empleados con mucho tiempo contribuyen en gran medida a crear un ambiente acogedor, ya que sabemos que los huéspedes habituales en el sector de la restauración aportan seguridad en la planificación y un mayor aprovechamiento de la capacidad. Alrededor del 15 por ciento de estos clientes fieles pueden representar hasta un tercio de las ventas, como informa Schirmherrschaft.

El nuevo jardín de invitados y los invitados habituales.

Hablando de ambiente: el encantador jardín para huéspedes fue renovado hace cuatro semanas. Nuevas mesas, sillas y un gran toldo invitan ahora a disfrutar de las cálidas tardes de verano al aire libre. Una verdadera ventaja que debería unir aún más a los clientes ya fieles. Günther, en particular, conoce personalmente o de vista a muchos de los clientes habituales; desde hace tiempo, su caligrafía en los platos del día se ha convertido en un rasgo distintivo. Naturalmente, una sonrisa amable y un trato personal son importantes para los invitados, como destaca el Gastrojournal. ¡Estos pequeños gestos marcan la diferencia!

Alexander también tiene un hermano, Sebastian, que dirige el "Gmoakeller" en Heumarkt. Los dos también dirigen juntos el Waldviertler Hof en la Schönbrunner Straße. Esto demuestra una vez más el arraigo de la familia en la gastronomía vienesa. Para él es fundamental la conexión con el barrio y la planificación para atraer nuevos huéspedes habituales en el futuro. La fidelidad de los huéspedes no es una coincidencia, sino que requiere inversiones activas para atraer y retener a los huéspedes a largo plazo.

Fidelización de clientes en la restauración

Como es sabido, los invitados habituales constituyen uno de los grupos de invitados más importantes en la restauración. El arte de retener a estos clientes es crearles un recuerdo positivo que les haga volver. "Necesitamos recordar las preferencias de nuestros huéspedes y ofrecer pequeños detalles para fomentar su fidelidad", explica Alexander. Un aumento del cinco por ciento en la proporción de clientes habituales puede aumentar significativamente los beneficios, como muestra Schirmherrschaft.

Ya sea mediante ofertas de servicios personalizadas, como felicitaciones por su cumpleaños o un trato especial tras una queja, todo cuenta para intensificar el vínculo. La Gelbmann Wirtshaus ya cuenta con una base fiel y Alexander Gelbmann tiene la habilidad necesaria para ampliarla aún más. El desafío sigue siendo poder imponerse en una oferta cada vez mayor de restaurantes y sorprender a los comensales con ideas creativas.

Un pub como el Gelbmann es más que un simple lugar para comer; es un punto de encuentro entre el estilo tradicional vienés y la cálida hospitalidad. El éxito se refleja no sólo en el nivel de ocupación, sino también en las caras de alegría de los huéspedes que regresan aquí después de un largo día para disfrutar del ambiente y de la excelente cocina.