Choque de calor en los edificios antiguos de Viena: ¡Las familias sufren unos insoportables 30 grados!

Choque de calor en los edificios antiguos de Viena: ¡Las familias sufren unos insoportables 30 grados!

En los últimos días en Viena se registran temperaturas abrasadoras, especialmente en los apartamentos antiguos y sin renovar. Las mediciones de la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida (Boku) muestran que en algunos apartamentos las temperaturas superan los 30 grados. Las investigaciones, que se están llevando a cabo en nueve apartamentos de Viena en colaboración con Greenpeace y Volkshilfe, muestran que todos los edificios antiguos sin renovar tienen temperaturas superiores a los 27 grados. Lo que es especialmente preocupante es que en cuatro apartamentos se midieron valores superiores a 30 grados. Aquí, sobre todo las familias pobres sufren el sofocante calor, como informa Die Presse.

Una comparación entre el edificio antiguo y el nuevo ilustra el problema: mientras que el edificio antiguo se calienta mucho más rápido y se enfría más lentamente, en el edificio nuevo sólo hizo más calor que afuera durante unas 11 horas. Por el contrario, los habitantes de los edificios antiguos sudaron durante más de 15 horas a temperaturas insoportables. Por ello, Greenpeace y Volkshilfe piden urgentemente una ofensiva de renovación por parte del gobierno federal, que recientemente canceló las subvenciones respetuosas con el medio ambiente. Esto ha recibido fuertes críticas.

El efecto isla de calor urbano

¿Pero de dónde viene este calor extremo en las ciudades? El llamado efecto isla de calor urbano (efecto UHI) es en gran parte responsable de esto. Las ciudades hechas de asfalto, hormigón, acero y vidrio atrapan el calor, lo que provoca enormes diferencias de temperatura entre las zonas urbanas y rurales en las noches de verano. Como explica National Geographic, las noches tropicales con temperaturas superiores a 20 grados ocurren hasta tres veces más a menudo en las ciudades que en sus alrededores.

Las previsiones de futuro son alarmantes: el cambio climático aumentará aún más la frecuencia de los días calurosos y las noches tropicales. Esto no sólo provoca temperaturas extremas, sino que también pone a prueba la salud de los habitantes de las ciudades. Además, se puede observar un uso cada vez mayor del aire acondicionado. Estas se han más que duplicado desde 1990, según muestran las estadísticas, pero esto puede elevar la temperatura del aire urbano localmente hasta 3 grados centígrados.

Activo contra el calor

¿Cómo pueden los vieneses combatir el calor sofocante? Los expertos recomiendan más espacios verdes en la ciudad, dando sombra a través de árboles y plantas y reverdeciendo techos y fachadas. Los árboles maduros son particularmente importantes porque pueden reducir la temperatura del aire hasta 5 grados centígrados. Sin embargo, muchos árboles de la calle tienen una vida útil corta y están muy afectados por el suelo compactado y los contaminantes de su entorno. Es necesario un replanteamiento para mejorar la calidad de vida en la ciudad y combatir activamente el cambio climático.

Los activistas de Fridays For Future también se presentan en Viena. En sus manifestaciones sobre la protección del clima, abordan el hecho de que no se pueden ignorar las temperaturas extremas en las ciudades. Entre sus exigencias se encuentra el cumplimiento de los objetivos climáticos para 2040, en particular una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90 por ciento. También es objeto de debate cómo abordar las denominadas lagunas jurídicas, como la compra de certificados internacionales de CO2. Los activistas dirigen su protesta directamente contra el ministro federal Norbert Totschnig (ÖVP) y contra todo el gobierno.

La responsabilidad ahora recae sobre los responsables de las políticas. Una ofensiva de renovación oportuna podría ayudar a muchas familias vienesas que sufren las temperaturas opresivas. Es de esperar que haya suficiente presión para iniciar las medidas necesarias.