Móvil gratis durante dos semanas: ¡los adolescentes experimentan una libertad sorprendente!

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El 5B de la Neulandschule de Grinzing inicia una retirada de teléfonos móviles durante dos semanas para favorecer la comunicación y el sueño.

Die 5B der Neulandschule in Grinzing startet einen zweiwöchigen Handy-Entzug zur Förderung von Kommunikation und Schlaf.
El 5B de la Neulandschule de Grinzing inicia una retirada de teléfonos móviles durante dos semanas para favorecer la comunicación y el sueño.

Móvil gratis durante dos semanas: ¡los adolescentes experimentan una libertad sorprendente!

El domingo por la tarde, el 5B de la Neulandschule de Grinzing emprendió un desafío extraordinario: dos semanas sin teléfonos móviles. En un mundo donde estos dispositivos “prácticos”[2] a menudo considerado esencial, 20 adolescentes, acompañados por sus padres, entregaron sus teléfonos móviles. Todo empezó con una pijamada en el gimnasio, donde todo giraba en torno al cine y la pizza.

La idea detrás de este experimento surgió de la profesora Katrin Monschein-Oberreither. Inspirándose en un documental de ORF sobre los efectos del uso de teléfonos móviles, quería darles a sus alumnos la oportunidad de experimentar la vida sin sus constantes compañeros. También se trataron temas como la naturaleza adictiva de determinadas aplicaciones y la influencia de los influencers. Alto la prensa, los estudiantes documentaron con antelación su tiempo frente a la pantalla, parte del cual superaba las diez horas al día.

¿Qué motivó a los estudiantes a aceptar el desafío?

Las motivaciones de las niñas y los niños eran diferentes: mientras que las niñas utilizaban principalmente las redes sociales, los niños estaban inmersos principalmente en el mundo de los juegos y TikTok. Sin embargo, algunos estudiantes tomaron en serio este desafío: cinco de ellos recibieron teléfonos viejos con botones, mientras que uno mantuvo su teléfono inteligente sin tiempo de pantalla. En algunos casos se utilizaron opciones de comunicación como WhatsApp a través de portátiles o pasar cuentas de Snapchat a amigos.

Las próximas dos semanas trajeron sentimientos encontrados para muchos estudiantes. Algunos se mostraron escépticos sobre si serían capaces de arreglárselas sin un teléfono inteligente. Sin embargo, Jana, una participante, notó que no había muchos cambios en su vida cotidiana, pero extrañaba su teléfono celular antes de acostarse.

Comentarios positivos tras la rotura del móvil

Después de los primeros días del desafío, ahora está claro que los estudiantes se están beneficiando de esta experiencia. Muchos informaron cambios positivos: durmieron mejor, tuvieron más tiempo para sus pasatiempos y la comunicación con los miembros de la familia mejoró notablemente. El ambiente en la clase se volvió más animado y los estudiantes también recurrieron cada vez más a conversaciones personales durante los descansos.

La directora Eva Fessler, que apoya la iniciativa, lo resume en pocas palabras: le gustaría que se regulara legalmente el uso del teléfono móvil para evitar retrasos en el desarrollo y la insatisfacción de los niños. Alto la prensa Los profesores participantes también ven la necesidad de restringir aún más el acceso a las aplicaciones escolares y a las llamadas telefónicas para ofrecer a los estudiantes nuevas perspectivas más allá del mundo digital.

En general, este desafío demuestra que la vida sin un teléfono celular no sólo puede ser posible, sino también enriquecedora. Será emocionante ver cuántos de los estudiantes aprovecharán su nuevo tiempo cuando recuperen sus teléfonos celulares después de dos semanas.