¡La lámpara de araña de Lobmeyr brilla para Austria en la EXPO de Japón!

¡La lámpara de araña de Lobmeyr brilla para Austria en la EXPO de Japón!

En el ambiente único del Palacio Hofburg de Viena causa sensación una magnífica lámpara de araña, que actúa como embajadora de Austria en la EXPO en Japón. La lámpara de araña con el ilustre nombre “Maria Theresia” es la joya de la tradicional empresa J. & L. Lobmeyr, que desde 1972 fabrica lámparas de araña y vajillas de cristal en la calle Salesianergasse 9 de Viena. Una empresa que surgió de la fusión del vidriero Lobmeyr y el fabricante de lámparas de araña Zahn y que hoy cuenta con más de 50 empleados que practican este oficio con dedicación. Los materiales de alta calidad y la mano de obra magistral son las marcas registradas que también le han valido a Lobmeyr pedidos de marcas de lujo como Tiffany. Mi distrito informa.

Por supuesto, Lobmeyr tampoco deja de visitar las instituciones públicas, especialmente el Palacio Hofburg. Más de mil lámparas de araña figuran periódicamente en la lista para ser restauradas y pulidas. A menudo se necesitan las manos entrenadas de tres personas para que las elegantes piezas vuelvan a brillar. El director del taller, Franz Doppelreiter, explica que hasta ahora la técnica de diseño en metal se conocía como “Gürtler”. Cada paso, desde doblar metal hasta pulir vidrio y grabar, ayuda a mantener viva la tradición y transmitir el arte.

Tradición, artesanía y lujo.

El director general Johannes Rath, que es la sexta generación al frente de la empresa, se hizo cargo de la empresa poco antes de cumplir 30 años. En una conversación no sólo destaca la importancia de las lámparas de araña para el paisaje urbano de Viena, sino también su papel como parte del patrimonio cultural mundial. "La compra de una lámpara de araña no sólo permite financiar interiores magníficos, sino que también tiene un valor más profundo", explica Rath. Los precios comienzan en 10.000 euros y pueden ir mucho más allá, dependiendo del tamaño y el nivel de detalle.

Pero a pesar de este esplendor, muchos pedidos proceden principalmente de particulares. Los organismos públicos a menudo no disponen de presupuesto para compras a gran escala, lo que supone un reto para Lobmeyr. Sin embargo, la empresa sigue siendo un actor importante en la tradición artesanal austriaca y apuesta por la calidad y la excelencia para seguir teniendo éxito en el futuro.

Una mirada a la historia

Los orígenes de Lobmeyr se remontan a 1826, cuando cuatro hermanos suizos, que originalmente trabajaban como pasteleros, se establecieron en Italia y comenzaron a regentar una pastelería. Si bien en aquella época el negocio se centraba en la repostería fina, a finales del siglo XIX la pastelería italiana se convirtió en la cultura del café que da forma a la imagen de la gastronomía italiana actual. El propio Lobmeyr puede recordar una historia llena de momentos creativos y traslada los valores de tiempos pasados ​​a cada pieza hecha a mano. En Lobmeyr Aprecian el arte de la artesanía y constantemente añaden nuevas facetas a la tradición.

De este modo, la empresa vienesa sigue siendo no sólo una parte importante de la cultura local, sino también un rayo de esperanza en el mundo de la artesanía, que todavía tiene su lugar en un mundo en constante cambio.