Viena lucha contra el calor tropical: ¡Nuevas máquinas frigoríficas al rescate!
Viena se prepara para el aumento de las temperaturas: inversiones en refrigeración urbana y nuevas máquinas frigoríficas para una mejor protección del clima.

Viena lucha contra el calor tropical: ¡Nuevas máquinas frigoríficas al rescate!
Las primeras noches tropicales ya han llegado a Viena: con temperaturas superiores a los 20 grados, el verano de 2025 muestra lo que vendrá en la primera prueba de calor. Este desarrollo deja claro que la ciudad no puede quedarse de brazos cruzados. El año pasado se registraron 53 noches tropicales en el centro de Viena, lo que constituye un récord. Por este motivo, Wien Energie ha anunciado que invertirá alrededor de 90 millones de euros en la ampliación del eficiente sistema de refrigeración urbana durante los próximos cinco años para hacer frente al aumento de las temperaturas. Hoy informa que las antiguas máquinas frigoríficas del centro de refrigeración regional de Schottenring ya han sido sustituidas por otras nuevas. La potencia se incrementará en 1,9 megavatios hasta un total de 20 megavatios. Además, en la Siemensstraße de Floridsdorf se inauguró un nuevo centro de refrigeración urbana con una potencia de 6 megavatios.
Pero eso es sólo el comienzo. Actualmente se está construyendo otro centro de refrigeración con una innovadora instalación de almacenamiento de hielo en el campus de MedUni y está previsto que comience a funcionar este verano. Estos avances son particularmente importantes porque la refrigeración urbana no sólo ayuda a enfriar los edificios, sino que también provoca más de un 50 por ciento menos de emisiones de CO₂ en comparación con los sistemas de aire acondicionado convencionales. Alrededor de 200 edificios ya están conectados a la red de refrigeración urbana de 30 kilómetros de longitud, lo que supone una potencia total de 230 megavatios. Estas medidas no son sólo una respuesta práctica al calor, sino también un paso hacia la protección del clima.
El efecto isla de calor
Pero enfriar los espacios interiores es sólo una cara de la moneda. Las islas de calor urbanas plantean otro desafío. Según un análisis de geografía nacional Estos pueden deberse a áreas selladas y a la ausencia de suficientes espacios verdes. Los viejos árboles callejeros podrían desempeñar aquí un papel importante. Dirk Messner de la UBA destaca la importancia de proteger los árboles viejos. No sólo proporcionan sombra, sino que también absorben CO₂ y, por tanto, mejoran la calidad del aire.
Merece la pena proteger especialmente los árboles más viejos. Estudios, incluidos los del proyecto de investigación Árboles urbanos en el cambio climático (SiK) de la Universidad de Hamburgo, muestran que los árboles mayores de 40 años son más capaces de hacer frente a enfermedades, plagas y condiciones climáticas extremas. Desafortunadamente, muchos árboles de las calles urbanas sólo viven una fracción de su vida natural, a menudo debido a las duras condiciones en las que deben crecer. Los suelos sellados y la proximidad al tráfico y a los gases de escape les pasan factura. Se necesitan conceptos innovadores para devolver a los árboles la vitalidad que necesitan y así preservarlos como filtros de aire verdes en la ciudad.
Perspectivas para el verano
El verano en Viena no sólo será una prueba para los sistemas de refrigeración, sino también para la conciencia ecológica de los habitantes de la ciudad. Bajo la presión del aumento de las temperaturas y la consiguiente necesidad de refrigeración, está claro: Viena debe repensar y actuar. Con las nuevas ubicaciones de los centros de refrigeración y un fuerte enfoque en la protección de la naturaleza urbana, es importante abordar los desafíos del cambio climático para preservar de manera sostenible el espacio vital para todos los vieneses. Después de todo, el verano de 2025 también debería ofrecer un clima agradable para todos, tanto en interiores como en exteriores.